En la vibrante metrópolis de Londres, donde la historia y la modernidad se entrelazan, el queso se erige como un protagonista inesperado, tejiendo una narrativa de pasión y tradición que captura tanto el paladar como el corazón. Esta es la historia de Mathew Carver, un entusiasta del queso cuya aventura culinaria ha dado origen a algunos de los destinos más encantadores para los amantes del queso en la icónica ciudad del Big Ben.

El viaje de Carver comenzó desde un lugar de humildad y curiosidad, evolucionando hacia la creación de The Cheese Bar, una cadena de seis restaurantes dedicados a celebrar y revalorizar el queso británico. Su innovación no se detuvo allí; imaginó y materializó conceptos originales como el primer restaurante del mundo adornado con una cinta transportadora de queso, así como una singular quesería ubicada en un barco sobre las aguas de Londres. La singular trayectoria de Mathew y sus proyectos brillan intensamente, reflejando un compromiso con la excelencia y la originalidad en el arte quesero.

El queso inglés, con su rica herencia, ha enfrentado desafíos, particularmente durante las guerras mundiales, cuando su producción experimentó un declive dramático. Sin embargo, gracias a la dedicación de queseros y empresarios visionarios, ha vivido un renacimiento en las últimas décadas. Entre los tesoros queseros de Inglaterra se encuentra el mundialmente famoso Cheddar, el cremoso Stilton, y el densamente delicioso Cheshire, cada uno portador de una historia y sabor únicos.

La odisea de Carver tomó impulso tras un viaje de descubrimiento por Estados Unidos, donde la popularidad de los food trucks especializados en grilled cheese lo inspiró. Su regreso a Inglaterra estuvo marcado por un ferviente interés en los quesos locales, lo que eventualmente lo llevó a establecer su primera parada gastronómica en el mercadillo de Maltby Street, en el sur de Londres. Su crecimiento fue meteórico, expandiéndose a festivales a lo largo del Reino Unido y culminando en la apertura de su primer local fijo en Candem, gracias al apoyo recibido a través de una exitosa campaña de crowdfunding.

Entre las joyas de su corona se encuentra el restaurante en el mercado Seven Dials, cerca de Covent Garden, donde la innovadora cinta transportadora de queso ofrece una experiencia culinaria sin precedentes. No menos fascinante es The Cheese Barge, un establecimiento flotante que ofrece una carta que evoluciona constantemente, capturando la imaginación y los paladares de sus visitantes.

Más allá de la visión de Carver, Londres alberga una constelación de destinos que celebran el queso británico, desde Neals Yard Dairy, pionero en el renacimiento del interés por el queso artesanal, hasta coquetos restaurantes y tiendas especializadas como Turnips, London Cheesemongers, La Fromagerie, y el histórico pub The Windsor Castle. Cada uno ofrece una ventana al mundo del queso británico, invitando tanto a locales como a visitantes a explorar la riqueza de sabores, texturas y tradiciones que este elemento gastronómico representa.

La historia de Mathew Carver y el floreciente escenario del queso en Londres es un testimonio del poder de la pasión y la innovación en el mundo culinario. Es una invitación abierta a explorar, degustar y celebrar la diversidad y riqueza del queso británico, un viaje sensorial que promete deleitar y sorprender a cada paso.